NOTA DE PRENSA

Nace Extramuros, la primera Asociación de ayuda a las personas secularizadas en España

  • Aborda la “cara oscura de la secularización”: abusos, soledad, discriminación…
  • El Nuncio, el Cardenal-Arzobispo de Barcelona, los Arzobispos de Madrid y Valladolid y otros 5 obispos, CONFER, Cáritas Española, el Instituto de Antropología de la Universidad Pontificia Gregoriana y el Dicasterio para los Laicos han celebrado la iniciativa.
  • Sus responsables aseguran que se trata de “una necesidad que hay en la Iglesia y que no está cubierta”.
  • Animan a estas personas a que “den un paso, superando los miedos y la culpa”.
  • Su principal impulsora, ex monja: “los abusos de autoridad son una mala interpretación del voto de obediencia”.
  • Una doctora en Teología: “tres cosas están siendo silenciadas: las mujeres víctimas, los abusos de poder que no se expresan de forma sexual y aquellos que se producen ad intra de las instituciones.”

 

Por lo general, se considera a las personas secularizadas —religiosas, religiosos y sacerdotes que abandonan la vida religiosa para volver al estado laical— como personas infieles a Dios y a su vocación. Las causas suelen vincularse a la mala voluntad del secularizado: ausencia de vida espiritual, pérdida de la fe, violación del voto de castidad, relaciones conflictivas con sus hermanos de comunidad, problemas afectivos, incapacidad de resolver los conflictos, incapacidad psíquica de vivir las exigencias de vida fraterna en comunidad…

En consecuencia, suelen recibir rechazo social, especialmente, de personas católicas. Sin embargo, la Asociación Extramuros constata que existe otra cara de la secularización. Son muchos los casos en los que las causas por las que esas personas se vieron obligadas a abandonar lo que con tanta ilusión abrazaron son bien diferentes.

Una persona que abandona una congregación religiosa después de muchos años no suele disponer de recursos para subsistir. Necesita una vivienda, alimentación, ropa… Tiene muy pocas posibilidades de encontrar una ocupación, porque muchas de ellas no tienen los requisitos que suelen pedirse: titulación, idiomas, carnet de conducir, años de experiencia laboral… A esto se añade el estado anímico. En ocasiones, ansiedad u otras patologías o síntomas como depresión, anorexia, baja autoestima, inseguridad…

En este sentido, el apoyo moral es imprescindible. Necesitan ser escuchadas y comprendidas, no juzgadas y condenadas. Extramuros pretende ser un espacio de encuentro y sanación, tanto para ellas como para sus familias.

Tres mujeres católicas

Se trata de una Asociación civil impulsada por tres mujeres católicas cuyo fin es colaborar con los institutos religiosos en su deber de observar la equidad y la caridad evangélica con los miembros que se separan de ellos. Atiende a las personas secularizadas en sus necesidades materiales y espirituales, aquellas personas consagradas —religiosas, religiosos, sacerdotes— que vuelven al estado laical. Sus actividades se extienden también a las personas exclaustradas, quienes piden un permiso temporal para vivir fuera de su congregación.

La Asociación se enfoca en un trabajo de prevención de la propia secularización, buscando soluciones más adecuadas a esos problemas. Pero las derivas sectarias están golpeando a la vida religiosa y el trabajo también consiste en detectarlas e informar a las autoridades competentes.

Para que el apoyo a las personas que lo necesitan sea integral, Extramuros cuenta con un equipo de profesionales que ofrecen asesoramiento en la búsqueda de empleo, vivienda, ayudas sociales y económicas, terapias adecuadas y asesoría jurídica, entre otras cosas.

Por otra parte, estas personas también pasan, a veces, por una crisis muy profunda, necesitan apoyo espiritual de quienes entienden esta situación y pueden ayudarles a reconciliarse con la Iglesia. Extramuros cuenta con sacerdotes y religiosos dispuestos a colaborar para sanar sus heridas.

Estas necesidades no siempre son suficientemente atendidas por parte del instituto al que el religioso pertenece, bien por falta de recursos económicos o bien por falta de conciencia de sus miembros sobre los problemas reales que tiene que enfrentar quien se seculariza. Asimismo, en algunos casos se hace necesario que alguien intermedie entre ambas partes debido a las tensiones que se generan entre ellas.

Desde Extramuros ven importante hacer hincapié en que la Asociación existe por y para las personas secularizadas, a quienes animan a que den un paso, superando los miedos y la culpa. También hacen un llamamiento a las que llevan muchos años secularizadas y ya “lo han pasado”, pues su apoyo “es muy importante” y de gran ayuda.

Todo ello, bajo el lema “empatía y solidaridad para las personas secularizadas y exclaustradas”. En palabras de sus responsables, “es una necesidad que hay en la Iglesia y que no está cubierta”. Hasta ahora nadie se ha preocupado de las personas secularizadas, al contrario, comúnmente se las ha despreciado y anatematizado. Y desde Extramuros están recibiendo numerosas felicitaciones por ello.

Crecen los apoyos

La Asociación ha escrito una carta explicando su proyecto y se la ha enviado a todos los obispos de España, al Nuncio, al Papa, al Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, al Dicasterio para los Laicos, a la presidencia de la Conferencia Española de Religiosos (CONFER), al Instituto Pontificio CLAUNE y a la dirección y presidencia de Cáritas Española.

El Nuncio, el Cardenal-Arzobispo de Barcelona, los Arzobispos de Madrid y Valladolid, los Obispos de Orihuela-Alicante, Mondoñedo-Ferrol, Guadalajara, Terrassa y Barbastro y el Dicasterio para los Laicos han contestado, felicitando a Extramuros por la iniciativa.

CONFER (Conferencia Española de Religiosos), además, ha hecho saber a la Asociación que está de acuerdo con el Proyecto. Y en este sentido, se ha comprometido a difundirlo y a colaborar en la ayuda a personas secularizadas o exclaustradas. Igualmente, Cáritas Española agradece la idea y ha informado de que va a estudiar la forma de ayudar. Por su parte, el sacerdote Hans Zollner, director del IADC (Instituto de Antropología de la Universidad Pontificia Gregoriana), les ha dado las gracias por “dar atención y ofrecer ayuda a personas en momentos difíciles y de grandes cambios en sus vidas”.

Ya hay algunas personas que, al conocer el proyecto –que vio la luz gracias a una donación anónima de una persona-, se han ofrecido para colaborar altruistamente.

En primera persona

Hortensia López Almán, ex monja, víctima de abusos, presidenta de la Asociación y principal precursora de la misma, explica que “aquellos que consagran su vida a Dios y a la Iglesia para siempre, esperan que esta misma Iglesia los acompañe igualmente para siempre, hasta el final de sus días, no solo en los momentos de fervor y entusiasmo, sino también en los de crisis. Para siempre”.

En un reciente artículo, ‘Denme la libertad o denme la muerte’, López Almán se pregunta “¿hay algo más esencial al ser humano que la libertad?”. Y, apoyándose en las tesis de Gabriel Amengual, en su libro ‘Antropología filosófica’, y de G.W.F. Hegel, en ‘Enciclopedia de las ciencias filosóficas’, explica que “el cristianismo revela al mundo que el individuo tiene un valor infinito siendo objeto y fin del amor de Dios. El ser humano está en sí determinado a la libertad suprema. La valoración del individuo y la introducción de la idea de libertad, es decir, una libertad que no se limita a un grupo o que es concesión externa, son las coordenadas que hacen posible una nueva valoración del individuo humano, dándole carácter personal.”

Hortensia prosigue: “¿cómo se ha llegado en algunos sectores de la Iglesia a no reconocer la libertad de los religiosos? Tradicionalmente, se define a un religioso como aquel que quiere llevar el bautismo a sus últimas consecuencias, pero en ningún momento deja de ser persona y de ser libre. Hoy en día estamos viendo cómo proliferan los abusos de autoridad. Se está trabajando mucho desde algunos sectores de la Iglesia contra esto. En la vida religiosa, los abusos de autoridad vienen dados por una mala interpretación del voto de obediencia.”

Además de Hortensia, dos ex religiosas, un ex seminarista y una ex novicia han decidido dar su testimonio en relación a diferentes experiencias de abusos de poder. Todos están visibles en la web oficial de la Asociación Extramuros.

“En medio de la vorágine de información y reflexión en torno a la crisis de los abusos en la Iglesia, hay tres elementos que permanecen llamativamente en un segundo plano: las mujeres víctimas, los abusos de poder que no se expresan de forma sexual y aquellos que se producen ad intra de las instituciones eclesiales.” Lo explica la doctora en teología y profesora de la Universidad Loyola, Ianire Angulo, en el artículo científico “La presencia innombrada. Abuso de poder en la Vida Consagrada”, que puede consultarse en la web de Extramuros.

Paralelamente, la Asociación Extramuros colabora con dos proyectos relacionados. El Proyecto Repara es uno de ellos. Ha sido creado para la atención a las víctimas y la prevención de abusos sexuales o espirituales en la Archidiócesis de Madrid y, desde el pasado mes de mayo, también en la Diócesis de León, tanto si se han producido en el seno de la Iglesia católica como si han tenido lugar en el ámbito intrafamiliar.

El segundo de ellos es el Proyecto Jordán, una investigación científica sobre las causas estructurales del abuso en la Iglesia. Se está realizando desde las Universidades Jesuitas (UNIJES), de la mano de investigadores de distintas disciplinas (teología, psicología, derecho canónico, filosofía, etc.). Los resultados esperan presentarse en un Congreso previsto para 2024.

Isaac Sánchez Giménez

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