Al dar a conocer la labor que la Asociación Extramuros desarrolla nos hemos dado cuenta de que hay muchas personas que no saben qué es la secularización, qué implica y cuál es el proceso que siguen quienes se ven inmersos en él.
Por ello, y con el deseo de que se entienda y ponga en valor el trabajo que realizamos, pero sobre todo la compleja situación que viven las personas secularizadas, hemos considerado oportuno dedicar un post de nuestro blog a explicarlo. Esperamos conseguir con ello despertar la solidaridad entre la población general, pues consideramos vital que se conozca esta realidad y que se empatice con quienes la protagonizan.
¿Qué es la secularización?
La secularización es un proceso por el cual las personas pasan de hacer su vida en un espacio religioso a uno civil. Este abandono se produce unas veces de manera voluntaria y otras está provocada por algo que acontece en el seno del espacio religioso. En este sentido, podemos afirmar que existen múltiples razones que llevan a la secularización de una persona. Sin embargo, la más frecuente suele ser los abusos de poder de quienes ocupan los cargos en las instituciones religiosas.
¿Quiénes son las personas secularizadas?
Acorde con lo que hemos expuesto antes, las personas secularizadas son aquellas que, habiendo vivido varios años en la vida religiosa, deciden dejarla o se ven obligadas a ello por causas ajenas a su voluntad.
A pesar de la simplicidad de la explicación hay que tener en cuenta que la secularización es un proceso lento y, muchas veces, doloroso para quienes la padecen. Desde la Asociación Extramuros hemos podido comprobar que estas personas no son informadas de sus derechos, y que durante el tiempo que dura este proceso, la persona no siempre es bien atendida y/o comprendida por quienes les rodean, por la institución religiosa o por las entidades de la vida civil a las que acude. Incluso que, en muchas ocasiones, se tienen que enfrentar a esta situación en la más completa soledad. Para muchas de ellas, es tan estresante la coyuntura en la que se ven, que la viven como algo ajeno, como si no les estuviera sucediendo a ellas.
Consecuencias de la secularización
A pesar de que el canon 702§2 del Código de Derecho Canónico obliga a los institutos religiosos a observar la equidad y la caridad evangélica con el miembro que se separa de él, podemos afirmar, que este canon no siempre se ve cumplido lo que lleva a la persona secularizada a vivir en una situación de abandono.
Una realidad que, desde la Asociación Extramuros, definimos como injusta. No hay que olvidar que la secularización es un derecho, no es una deserción ni una infidelidad.
A esto se suma que la redacción del indulto de secularización, que proviene de la Santa Sede, resulta difícil de afrontar para todos los secularizados. Entre otras causas, porque no incluye ninguna palabra de agradecimiento por los años vividos en servicio de la Iglesia ni de la congregación a la que pertenecen. Lo que resulta incomprensible para las personas que toman esta decisión tan difícil.
Asociación Extramuros
Por todo ello, quienes integramos la Asociación Extramuros trabajamos para conseguir que la realidad de las personas secularizadas sea otra. Y es que entendemos que una persona que deja una congregación religiosa necesita ayuda en cuatro campos: económico, espiritual, psicológico y moral, espacios en los que intentamos ayudarles facilitándoles el acceso a recursos que hagan posible su reinserción en la vida civil de la mejor manera posible.
Además, trabajamos por visibilizar a este colectivo y dar respuesta a las necesidades que presentan en los referidos ámbitos. Independientemente de que se trate de religiosas, religiosos y sacerdotes que estén exclaustrados o secularizados. Pues a todos les brindamos un lugar de encuentro y sanación. Un espacio donde se ven escuchados, donde pueden poner en orden sus ideas, restablecerse, sanar heridas y continuar en su camino de entrega a Dios.
