El equívoco del apoyo económico: Descubriendo la Realidad del Secularizado

apoyo economico

Existe un error extendido entre la opinión pública, referido al apoyo económico que recibe el secularizado una vez que abandona la congregación religiosa, que es completamente falso. Y es que muchas personas piensan que quienes se secularizan reciben apoyo desde la institución eclesial cuando se marchan. Bien dándoles una ayuda económica o algún tipo de soporte. Sin embargo, la realidad es bien diferente. Tan distinta, que requiere una llamada de atención. De ahí que en la Asociación Extramuros trabajemos para que se conozca la realidad que viven estas personas. Y es que uno de nuestros principales objetivos es, precisamente, el de hacer visible la soledad y las múltiples necesidades que viven las personas que deciden abandonar una congregación religiosa para insertarse en la vida laical.

 

El equívoco del apoyo económico: Descubriendo la Realidad del Secularizado

Una persona que abandona una congregación religiosa, después de muchos años de entrega a la misma, no suele disponer de recursos para subsistir. Para conseguirlo necesita, entre otras cosas: una vivienda, alimentación, ropa, un trabajo con el que poder tener autonomía económica, e incluso interlocutores con los que poder intercambiar impresiones. Aspectos que son complicados de poner a su disposición por distintos motivos.

En general son personas que tienen pocas posibilidades de encontrar una ocupación, porque muchas de ellas no tienen los requisitos que suelen pedirse para el desarrollo de actividades profesionales. Es decir: una titulación, idiomas, carnet de conducir, años de experiencia laboral… Lo que supone una gran barrera para su inserción en la vida laical.

Además, son individuos que tienen un estado anímico muy frágil debido a los múltiples cambios que viven y el poco tiempo en el que suceden. Un momento en el que suelen hacer frente a una crisis muy profunda, y para la que necesitan apoyo espiritual de quienes entienden esta situación y pueden ayudarles a reconciliarse con la Iglesia. Por ello, la Asociación Extramuros cuenta con sacerdotes y religiosos dispuestos a colaborar para sanar sus heridas en ese sentido.

Y es que sabemos que estas necesidades no siempre son suficientemente atendidas por parte del instituto al que el religioso ha pertenecido hasta ese momento. Una carencia que, en ocasiones se debe a la falta de recursos económicos, y en otras a la falta de conciencia de sus miembros sobre los problemas reales a los que se enfrenta quien se seculariza. Y es que, en algunos casos, las tensiones que se generan entre ambas partes es grave y deriva en un enfrentamiento. Situación ante la cual, quienes integramos la Asociación Extramuros adquirimos el rol de intermediarios.

Esta intervención colaborativa y de sanación es especialmente importante, pues su ausencia puede derivar en cuadros psicológicos negativos en las personas secularizadas. Y que presenten, en muchos casos, cuadros de ansiedad, depresión, anorexia, una baja autoestima, e inseguridad, por mencionar solamente las más populares. Lo que dificulta aún más la normalización de su nuevo estado vital.

 

Necesidades de las personas secularizadas

Somos conscientes de que estas personas no siempre reciben apoyo desde la institución eclesial, o reciben por parte de ella un apoyo que no es suficiente. De ahí que contemos con un equipo de profesionales que ofrecen asesoramiento en la búsqueda de empleo, vivienda, ayudas sociales y económicas, terapias adecuadas y asesoría jurídica, entre otras cosas.

Además, la Asociación Extramuros pretende ser un espacio de encuentro y de sanación, tanto para las personas secularizadas como para sus familias, que también requieren ayuda en la nueva situación. Unas veces por no aceptar ni entender la situación de su familiar secularizado, otras por verse también afectados por el problema que está viviendo.

De ahí que, una de nuestras líneas de trabajo en la Asociación Extramuros, sea ofrecer apoyo moral a todos ellos. Pues consideramos que es imprescindible en la situación en la que se encuentran. 

Son personas que necesitan ser escuchadas y comprendidas, no juzgadas y condenadas. Que requieren de nuestra caridad, de nuestra empatía y de nuestra solidaridad. Pero también, que se denuncie la cara oscura de la secularización: los abusos, la discriminación y la soledad que viven quienes abandonan las órdenes religiosas por los abusos de autoridad que se desarrollan en su interior. Una realidad que desde la Asociación Extramuros animamos a denunciar y a poner en conocimiento de toda la sociedad.

 

Suscríbete a Nuestra NEWSLETTER